De la escencia de la India y cosas peores...

Pues hoy regreso con unos cuantos chismes de estos lares... los periódicos se debaten entre la importancia de una y otra nota.. vamos a ver.. ¿qué poner en primera plana?:
Ciertamente es muy importante la historia de la pobre actriz de Bollywood contra la que han hecho comentarios racistas los habitantes de la casa de BigBrother en Inglaterra, claro... nadie pensaría jamás que ella es después de todo, una actriz, que aunque mala, está acostumbrada a hacer un drama de todo y considera que es un "insulto" que la llamen "india"... :O claro!! ¿Cómo se atreven a llamarle india a una chica que nació, vivió, trabajó y se hizo famosa en la India? De veras, el racismo llega a unos limites que ni nos imaginamos!!
Por otro lado, tenemos el caos que nos hizo pensar que estabamos en zona de guerra por todo un dia (sin luz, sin gas, sin restaurantes abiertos, casi sin agua, bajo toque de queda) porque resulta que a un delegado sindicalista, se le ocurrió que era sensato hacer una manifestación en contra de la ejecución de Saddam Husein, no muy tarde, nomás 20 días después de que el muerto fue al pozo... y que cuchileó a unos cuantos muchachillos musulmanes facilmente manipulables para que se manifestaran, y quienes, a su vez, pensaron que era una buena idea tirar de todos los carteles hindúes que se topaban (carteles, por cierto, que convocaban a los hindúes a manifestarse en contra de las conversiones religiosas), seguido de la única forma de expresar rabia que conocen los indios -apedrear, voltear y quemar vehiculos (en este caso, la mayoría rickshaws), irrumpir en los negocios de propietarios ajenos a su propia religión, y asegurarse de que el mundo se detenga y nadie salga de sus casas por "respeto a su luto".
Bueno, pues sí, ambas noticias debían estar en primera plana, con igual cantidad de espacio, y tamaño de letras... al fin y al cabo, son igualmente importantes, no?
Y como si faltara una cereza en el pastel, ayer tuve mi experiencia máxima sobre la "esencia" de la India...
Yo iba como si nada por la calle con Rasheed. Platicábamos de los modelos de celulares que quiero regalarme para mi trigésimo cumpleaños sin pensar que recibiría un peculiar regalo por adelantado... Mientras esquivabamos -como siempre- a los celerinos que iban y a los cuantos que venían, en una de esas, que escucho un ruido como ese que se oye cuando se te acaba el shampoo y le exprimes las ultimas a la botella... mi primera reacción, claro, fue de incredulidad: lo único que había a mi alrededor en ese preciso instante eran carros estacionados a mi izquierda, una tienda cerrada a mi derecha con Rasheed dando pasos agigantados y frente a mi, la espalda de un tipo chaparro y regordete con las manos en la bolsa que volteaba con cara de culpabilidad hacia atrás... No.. no podía ser una flatulencia -pensé con esperanza. Seguramente escuché mal... pero es que se oyó tan claro, y Rasheed se alejó tan rápido que me cayó el veinte unos segundo después... ya me lo había fletado todo, ¿qué podía hacer? era todo lo que me faltaba para terminar de asquearme del lugar.
Tiene tantas cosas interesantes y bonitas... pero taaaaantos indios, que ya lo bonito ni se ve bonito!
Tiene muchas más contradicciones que yo! Porque no es posible que sea un asunto cotidiano ver a un tipo trajeado orinar en cualquier lugar de una barda larga -que no siempre alta- o a los niños defecando junto a las vías del tren o en terrenos valdíos o a un tipo regordete pedorrearse por la calle con gran estruendo, y ver que es un asunto de modestia y pudor el tomarse de la mano o besarse fuera de la casa.
Una prueba más de que vivo, desde hace casi dos años, en un mundo bizarro. Dios me cuide cuando trate de adaptarme nuevamente a la calidez, la limpieza y la falta de pudor de mis coterráneos.